Nada vale la pena sin alguien que te haga ser incoherente

A lo largo de la vida desde que era pequeña he aprendido muchas cosas. Empezaré diciendo lo que se con toda seguridad, sé que moriremos una vez, así que hay que procurar no morir más veces por el camino. Mientras vayamos decidiendo todo irá bien, la vida se basa en las decisiones. Intentar tener siempre más proyectos y planes de futuro que recuerdos, los recuerdos nos privan de hacer cosas en el presente. Olvidar la patraña esa de ser feliz, ya nos podemos dar con un canto en los dientes si llegamos a ser los únicos dueños de nuestras propias expectativas. Hay que dedicarse a algo de lo que jamás te quieras jubilar. Por mucho que te cueste pagar las facturas. Es mejor dedicarse toda una vida a algo que te divierta a pesar de no llegar a fin de mes, que pasarse un solo día trabajando únicamente por dinero. Entre lo poco que sé de la vida también diré que sobretodo  nada de todo esto vale la pena sin alguien que te haga ser incoherente. No flores, ni velas, ni luz de la luna. Ese es el verdadero romanticismo. Alguien que llegue, te empuje a hacer cosas de las que JAMÁS te creíste capaz y que arrase de un plumazo con tus principios, tus valores, tus yo nunca, tus yo qué va. Ojalá que te ame mucho y muy bueno, incluso a riesgo de ser correspondido. Que te despojen de todo, que hagan jirones de tus ganas, y verse obligado a remendarlas con el hilo de cualquier otra ilusión. Que desees y que seamos deseados. Dos emociones inútiles asociadas al pasado, arrepentimiento y culpa y una emoción inútil asociado al futuro, la preocupación. Cuanto antes te desprendas de las tres, antes empezarás a apreciar lo único que tienes. Al menos un amigo en la vida te va a traicionar y otro será traicionado por ti pongamos como nos pongamos, es ley de vida. Por otra parte estará nuestro mejor enemigo, se llama miedo. Miedo al fracaso, miedo al qué dirán. Miedo a perder lo que tienes. Miedo a conseguirlo. Miedo a saber poco de la vida. Miedo a tener razón. Pero ahí no acaba todo, siempre, recalco 'siempre' habrá alguien contigo que estará a tu lado presente cogiéndote de la mano viendo como la gente que tanto te prometía se marcha, y eso, eso es lo más bonito que te puede pasar en la vida. Para acabar con lo poco que se de la vida solo me queda decir que hay que vivir segundo a segundo, vivirlo todo, porque lo que te quedes a medias por hacer, nadie lo hará por ti, o si..